Performance con acciones instruidas por el
público, Acción I, Cuba, 2014.
La obra es un llamado al límite. Una reflexión
sobre del rol que tiene el público hoy en día, en donde la observación sobrepasa
a la acción (me refiero al público en toda su extensión, dentro y fuera del
circuito Arte).
Me sometí a una manipulación física y mental
ejercida por otras personas. Estas tenían las riendas del performance.
Sucedía lo que ellos querían que ocurriese. Las
reglas ya no le pertenecían al artista sino al supuesto espectador que pasaba a
ser un activador.
Fui un autómata expuesto en el teatro de lo
invisible (la calle) mientras el activador manifestaba su poder desde una
posición segura y con total control.
The Performance consisted on letting the public
take full control of my person during 72 hours. They can see all I do and give me orders on
the same time: when I go to bed, when I stand up, when I am using the restroom,
eating, interacting with people on public spaces, buying things, doing specific
actions. Everything what was on their minds except actions that put others in
danger or are a public offense: no violence or terrorist activities, no
children abuse, no pornography or abuse against animals.
I was an automated person while the public was the
one ``in charge’’ of anything I do. They had full control on me using all the
technologies available to perform this.